...porque un solo lugar no es suficiente, necesite de re inventarme la vida y termine en las orillas, al filo del abismo no hay otra opción solo volver a comenzar...

19 de agosto de 2010

Quise ponerme tus zapatos...



Mi madre en su primer año de vida



... y me quedaron grandes.

La importancia de la maternidad para una mujer, se puede comprender desde el punto de vista de una hija?, aun con todo el amor que una hija pueda tenerle a su madre, seguramente se quedará corta. Solo que mi imaginación es demasiada y sumada a la tragicomedia en la cual afano mi vida, esto podría terminar en una telenovela famosa del canal de las estrellas o como bien denomina Ivancito "un casos de la vida real".

Cuando solía obedecer a mi madre en todo nunca me sentí en peligro, (me preparo un café y perfilo el cenicero... esto pinta para una de esas entradas de mi blog en las que terminare llorando).

Recordando a mi madre en mi infancia, creo que no conocí la palabra "no" como negativa de algo personal hacia ella, fue hasta la adolescencia cuando le decía que sí a todo, pero me las ingeniaba para hacer mi voluntad, algunas veces me resulto otras fueron fracasos rotundos que convertí en frustraciones que a veces me persiguen hasta el día de hoy. De mamá aprendí cosas muy buenas, como ser responsable, educada y de buenas costumbres; lo que nunca pude aprender fue a revelarme, a decir no quiero, no me gusta, no lo necesito etc; tampoco aprendí a alzar la voz cuando algo me exasperaba, a no dejarme de los demás; y es que antes aunque no me lo crean era muy inocente, no me recuerdo rencorosa, ni grosera. Con el paso del tiempo y a sabiendas que los padres por lo general no son para siempre, emigre a lo que sería la escuela de la vida, obviamente fui becada por tanto carecí de muchas cosas, fue hasta entonces donde mis buenas costumbres se convirtieron en costumbres salvajes y ahora puedo decir un "no diplomático" o un "no subido de tono" pero al final un verdadero y agradable "no" para mi bien.

Mi madre es el pilar de la familia, le guste o no a mi padre; sin ella nuestras vidas no serían lo que son. ser la cabeza de una familia no es nada fácil, pero mamá lo ha llevado muy bien hasta la fecha, y digo bien, porque aun con mis quejas y demás comentarios a su lado nunca me he sentido en peligro. Todos los integrantes de una familia son importantes; necesitamos a la sentimental, a la canija, a la noble, al que nos genera problemas y a la que parte el queso, o sea a mi madre. Pero ella pocas veces reconoce que se equivoca y cuando esto sucede los demás nos alteramos y como si una taza se rompiera cada quien para su casa. 

Y aquí estoy, en mi casa, ingeniando como aclarar este problema desde mi trinchera. La única persona que goza con mayor capacidad de comunicación soy yo, pero en esta ocasión me he mantenido en silencio total, pareciera que estoy indiferente a los malos entendidos, pero la realidad es que estoy pensando todo el tiempo en buscar las palabras adecuadas que logren comunicar, sin lastimar a nadie, lo que realmente pienso y considero que deber ser. Pero para que el ideal de una comunicación sea efectiva deben haber dos partes, al menos eso aprendí en la escuela. Como emisor me toca ser la parte mediadora, porque si bien soy harina de otro costal no puedo descartar que esta harina que soy resulto de la otra. 

Parece vaga mi reflexión porque no pienso entrar en detalles, lo que nos ocurre como familia es muy común en el resto de las familias, todos crecemos y por tanto cambiamos y eso es inevitable, al crecer nuestras necesidades se multiplican y no me refiero a lo material, hablo de las necesidades de los seres humanos que si no quedaron reforzadas en la infancia de adultos se reflejan y son la causa de muchos fracasos; de niños nos deben enseñar a amar sin prejuicios ni reservas, para empezar. 

Nos deben hacer creer que todo es posible mientras no perdamos el deseo de alcanzarlo, no deben basar nuestra educación en ninguna religión porque todo eso es basura y nos contamina, tampoco deben limitar nuestra forma de expresarnos, nos deben amar sin limites y comprender nuestras diferencias, porque aunque seamos fruto de nuestros padres llegara el día en que tomemos decisiones sin considerarlos y no por rebeldía, sino porque la vida, que es muy corta nos obliga a hacerlo. 

Alguna vez pensé en ser madre, pero poco a poco ese deseo se ha ido minimizando, no creo que existan los malos papás, solo son papás, seres humanos imperfectos que vienen arrastrando la imperfección de sus padres y no me refiero a Adán y Eva obviamente dudo que existieran. Lo único cierto que encuentro es que no es una tarea fácil, porque para ser papá se necesita desprenderse de uno mismo para pertenecerle a ese nuevo ser que ninguna culpa tiene y si no tiene culpa por qué a veces nos llenan de tantas contradicciones? (voy por la segunda taza de café sin miedo a permanecer despierta hasta el amanecer).

No existen las familias disfuncionales, ese termino lo aborrezco y lo he mencionado en otras ocasiones, quisiera saber a que estúpido se le ocurrió denominar así a las familias, es un pendejo o una bola de pendejos que no funcionan y viven de pura mierda, (me da risa la serie de palabras empleadas en este párrafo son tan descriptivas y no encontré otras mejores); las familias funcionan, claro que funcionan porque son el núcleo de la sociedad (en eso si creo) cada familia sobrevive así misma por la diversificación de caracteres que las distingue. 

Me molesta escuchar las etiquetas que unos padres usan para definir a sus hijos, por lo general me molestan las negativas, porque son las que más dañan, tan sencillo sería referirse a sus hijos con amor, no negando los defectos pero tampoco es onda que los resalten, y muchos de esos "defectos" son solo el reflejo de sus padres. 

Admiro a las mujeres que como mi madre han tenido el valor de formar una familia, pero no me puedo mantenerme en el romanticismo que envuelve esta decisión, podrán pensar que soy egoísta y no se equivocan, pero se necesita más de un ovulo y un esperma para da a luz una vida y lo que más me hace ocuparme en pensar es qué calidad de vida le daré. 

Me da risa que mis tías me dicen que ya a mis 30 años debería tener un hijo por lo menos, como si se tratara de adquirir una casa o un carro, la sociedad es falsa como dice la canción pero aun me queda una neurona consciente.

16 de agosto de 2010

Ahora si no entiendo na!

Así es, ahora si que no entiendo nada de nada. Hoy fue uno de esos días que no tiene 24 horas como el resto, para mi fue como si el tiempo no existiera, como si nada pasara por aquí, como despertarse tarde para ir al trabajo o a la escuela; no sé que porque este día no tuvo nada en lo personas nada.