A quince días de haber comenzado el año, hay ya mil cosas cotidianas que contar. Tengo días queriendo escribir y por una u otra razón no es el momento, pero hoy ya es domingo y como Dios descansa me atrevo a dispersarme entre estas letras.
El año comenzó y de la misma manera llegaron los estados de cuenta, recibos de servicios de primera necesidad, imprevistos y demás sorpresas graciosas, como darme cuenta que gaste en el shampoo y acondicionador de Quijote la inexplicable cantidad de $519.02, no se trata de un error, en las vacaciones pasadas fuimos a una tienda para mascotas en la gran ciudad de Houston, una tienda hermosa que contaba con estética y clínica, un Palacio de Hierro para mascotas; ahí fue donde adquirí el regalo mas caro que le he dado a mi perro. Obviamente cuando volví del viaje al día siguiente lo bañe y quedo como actor de cine, bellísimo, mi perro Quijote que ya muchos conocen, es un perro extraordinario y físicamente muy apuesto, aunque algunas veces le gusta tirar la flojera y dejar esos kilos demás como su ama; poco a poco a tenido que acostumbrarse a mi actual vida sedentaria, lo más que me desgasto físicamente es cuando realizo la limpieza de la casa, solo así sudo y estiro los músculos, solo así, no me atrevo a inscribirme en un gimnasio, no serviría de nada, solo perdería el dinero y los kilos demás seguiría intactos. Sé que es tiempo de hacer algo al respecto porque mi metabolismo comenzó a cambiar y se me reflejado de muchas maneras que no deseo describir... en fin... veré que se puede hacer!
La semana pasada cumplió dos añitos Fernando, el niño de la guardería, fuimos invitadas mi hermana y yo, nos la pasamos muy bien, la familia nos recibió con mucho cariño, con un sentimiento de agradecimiento sincero. Cuando la mamá de Fer nos invito, dijo: "haremos algo sencillo para que no pase desapercibido su cumpleaños" y así, las cosas sencillas suelen ser más especiales, más apreciadas, las más autenticas. No hubo bolsitas de dulces y no hicieron falta, porque los abrazos estaban llenos de dulzura...
Fernando es un niño con mucho carisma, todas las personas que lo conocen terminan queriéndolo mucho, hay niños que nacen así con una enorme simpatía, en su mirada se ve una infancia llena de travesuras, sin prejuicios y mucha inocencia, me gano el corazón desde que lo recostaba sobre la colchoneta y trataba de dormir, desde que dejo de tomarme en serio como maestra, su parecido con Buzz es increíble...
De regreso en el autobus mi hermana y yo conversamos acerca de lo contentas que habíamos sido, después en casa, nos echamos a llorar, realmente terminamos ese día de la manera más sensible que se puedan imaginar, a veces nos preocupamos por cosas que no tienen que ser importantes, por banalidades
que permitimos nos agobien y luego conoces a esta familia y en dos horas te recuerda cual es la verdadera importancia de vivir... ustedes tienen bien claro eso? si su respuesta es si, me alegro mucho, a mi a veces se me olvida, que el compartir te hace feliz, el compartir una tarde, un camino, un proyecto, un abrazo, una sonrisa, las palabras más sinceras...compartir con los demás lo mejor de ti es una experiencia maravillosa...
Tengo cosas que hacer, muchas cosas que hacer, pero les doy la vuelta, hoy quisiera no salir, no bañarme, no moverme mucho, quisiera estar totalmente sola, escucharme hablar, romper el silencio de esta casa, comer lo primero que encuentre, ver la película que compré ayer, fumarme un cigarro, pensar un poco... pero a cambio de eso, llevare a Quijote a la laguna, caminaremos juntos... veremos niños y otros perros que seguramente le echaran pleito y mañana el tiempo seguirá su curso, mil cosas cotidianas me volverán a pasar...
