...porque un solo lugar no es suficiente, necesite de re inventarme la vida y termine en las orillas, al filo del abismo no hay otra opción solo volver a comenzar...

23 de enero de 2013

Morir por amor

¿Cómo saber que alguien se puede interesar por uno, si le dejo ver como soy en realidad?


Es verdad lo que dice Goleman en su libro Inteligencia Emocional, "tenemos una herencia de emociones primitivas", esto viene a colación de lo siguiente: ahora sin acceder a Facebook, hay mucho silencio en la casa, porque evito prender la computadora, como el fumador que evita ir al café para no caer en la tentación de una decisión que yo misma me impuse. Con tiempo de sobra y sin lo sedentario de la red social, me percato de mi relación con las cosas de mi casa, libros, tazas de café, poca o más bien nula comida en el refri; Quijote y su afán patológico de ladrarles a los pichones, las personas y los carros, los ruidos de la casa tan particulares, tan propios, es como si la casa se quejara también al escucharme, que agobiante resulta el silencio que insiste en no salir de casa, es como antes era, solo agobiante y sin dolor.

Al llegar, dejo las cosas personales sobre la mesa, hago un cambio de muda desligando a Argelia, la mujer que trabaja de 8 a 3 pm. la hija que suele hablarle con sarcasmos a sus padres porque es una manera de decir "su verdad" o su "inconformidad" mismas  que ellos ni entienden. Se queda la Argelia arrugada en un sofá de cojines verdes. Y me dispongo a ser... a ser... a ser... bueno, eso no importa mucho quien soy en mi casa. Me recuesto en la cama, me digo mentalmente, duerme, duerme y finalmente me quedo dormida; el sol de invierno se apaga lentamente, para cuando despierto poco  queda de el, ya sus últimos y débiles rayos. Me levanto de la cama, me cambio el peinado, merodeo por la casa vacía de alegrías y llena de muebles y me preparo un café en una taza que me regalaron, una taza que tiene su gemela. Busco entre las cosas de mi oficina algo... lo que sea... y me encuentro con la película que una amiga me presto en su último viaje a Tampico, recuerdo que es en francés y sin más remedio la introduzco en la computadora. 

La película comienza con una escena de unos hombres primitivos... mi amiga dijo que me daría risa, pero más bien sentí una desesperación por no entender que decían. Me considero en parte auditiva y en parte visual, entonces hice uso de mi capacidad de observación y memoria fotográfica, saque mis conclusiones aisladas supongo, del mensaje real de la película. 

Volviendo a mí. Uno a cierta edad se da cuenta de como ha sido educado, de como esta información que viene de nuestros padres amorosos y entorno, conlleva lo que somos hoy. Me doy cuenta que a lo largo mi vida he idealizado cada momento, situación, incluso y siendo un terrible error, a las personas, sin pensar siquiera que estás de la misma manera han sido educadas de manera distinta y eso nos crea en conjunto como entes individuales y únicos, transgredir la naturaleza de cada persona es frustrante para quien desea tal o cual cosa de manera distinta. Y a pesar de que puedes recurrir a ayuda profesional siempre habrá más cosas que resolver. Es por eso que quizá mis padres piensan que siendo una adulta debo saber como manejar mis problemas, pero lo que ignoran es que nunca me enseñaron a solucionar los problemas, nunca me dijeron como hacer para manejar mis emociones que en aquellos tiempos y en estos son los mismos que cuando tenía seis años. Por eso creo que nadie es culpable, ni siquiera yo lo soy. Porque estás cosas se ven sumergidas en el cotidiano de la vida, y no reparamos en ellas hasta que pisamos fondo. Por ejemplo: solía llegar quejándome de las cosas que ocurrían en mi trabajo, cosas que no sabía como lidiar con ellas y mi madre me decía: "renuncia, tu no tienes necesidad"; ahora que sigo haciendo lo mismo, mi madre no dice nada, al menos no algo que me reconforte o me ayude a sobrellevar esos momentos, me supongo que cree que por ser adulta se como resolver esos problemas. Lo mismo pasa cuando le platicas a alguien un problema y te dice: "tu tan inteligente que eres, no entiendo porque no puedes solucionar esto o porque te crea tanto conflicto". Y sin hacer un comercial al libro de Goleman, precisamente en el se habla de la inteligencia emocional como una forma de explicar por todos las vertientes porque alguien con un coeficiente intelectual elevado, no llega a desarrollarse de manera exitosa dentro de la sociedad y como alguien que quizá no fue académicamente notable, despunta como cohete... y bien, supongo que más adelante habrá ejercicios que poner en práctica, pero aún no paso de la página 19.

Cuando alguien me cuestiona por qué no deseas tener hijos; suelo dar muchas explicaciones que debería guardarme porque es más que claro que no las entienden y aborrezco que me hagan esa clase de preguntas como sintiendo que tienen la calidad moral para hacerlas. No todos reaccionan así pero la mayoría sí. 

Y es que me pongo a pensar en muchas cosas, pero sobre todo en mí y en como he llevado mi vida y como he necesitado cambiar y cambiar una y otra vez el rumbo, y todo por ser feliz. Con el paso de las experiencias el concepto de "éxito" ha sido mutado infinidad de veces, he ido desde la satisfacción profesional hasta la emocional, ahora me encuentro en la segunda. Supongo que esas cosas le pasan a todos y cada quien le da soluciones de acuerdo a sus necesidades. Para mi es importante comprenderme y darme a entender con las personas que amo, siempre comienzo por mi, porque se que he dejado cosas sin resolver y que en momentos menos esperados resurgen como zombies para joderme más la vida. Me tomo tiempo para dejar que la depresión me acuné pues en ella siento el mundo más lento, sin prisa por hacer las cosas, ya cuando la energía regresa salgo a flote, recordando las cosas buenas de mi, las que me dan valor como ser humano, pocos entienden que sucede cuando me ven sumergida en mi, pocos se imaginan el sentir del dolor que se lleva dentro y muy pocos suelen aceptar que en algún momento han pasado por esto. 

Aun el silencio ronda en la casa, miro el reloj, tomo un sorbo de café y me detengo para pensar todas esas cosas que me hacen ser feliz... escribir, pensar, analizar, leer un libro pendiente, acurrucarme en las sábanas de mi cama, darle de comer a mi perro, mandarle un mensaje a mi hermana deseándole buenas noches, saber que mañana es otro día y todo esto quedará atrás; tendré una oportunidad más para decirle al hombre que amo... que lo amo!... que mis papás estarán haciendo lo que más les gusta. Soy una buena persona después de todo, soy una mujer amorosa, entregada a mis ideales y fuerte porque se necesitan huevos para aceptarse tal y como uno es y seguir viviendo.