por Ofelia Morua Dic 2011 Mall Galeria Houston Tx.
Noche de Paz... Salí a fumarme un cigarrillo, que frío se siente el aire, me cala como estacas invisibles, que lugar tan ausente es esa casa en la cual un tiempo viví, alguna vez me sentí ave y cruce la frontera, era entonces el año 2004, fue mi madre quien me acompaño, fue la primera vez que estuve lejos de casa, no era tan pequeña pero para la vida yo solo era la mitad de la versión que ahora soy.
Me termine el cigarro y regrese, mi piel comenzó a sentirse en casa, una casa cálida, pude sentir mis huesos, me recoste sobre el sofá mientras todos se alistaban.. después nos fuimos. Yo deje de creer en la Navidad, dejaron de importarme las felicitaciones, los regalos, las uvas, los últimos segundos del año... pero esa noche algo paso, vi la importancia de dedicarnos un día, cualquiera del año para sentarnos a la mesa y compartir los sagrados alimentos, sobre todo porque no sé con exactitud cuando tenga la dicha de volverlos a ver.
He sido algunas veces una mujer muy afortunada, pero este año que ya casi se termina, comencé a sembrar y la cosecha llego, la buena vegetación, los ricos frutos ahora son más visibles que en otros tiempos, visualizo cerca de mi personas con un concepto claro de la lealtad, amistad y el compromiso, tengo una familia de pocas costumbres y abundantes manifestaciones de amor. Hoy me siento muy contenta y de tanta felicidad una lágrima traza sobre mi rostro el recuerdo de quienes ya no están entre nosotros en un plan físico. En este año perdí un hermano. La muerte nos sorprende, nos llena de nostalgia, por eso aprendí a vivir el aquí y el ahora, a disfrutar a las personas, a escucharlas y decirles lo que pienso, a no dejar nada para mañana, también aprendí a dejar de perder el tiempo con personas que no valoran ni el propio menos el que yo les dedique, a todos ellos les mando una bendición y espero tengan lo que se merecen.
Quiero dedicar este post a mi familia, la que se encuentra más allá de la frontera, la del otro lado, la del país primer-mundista, esa parte de mi familia que trabaja mucho, que mide en millas, pies y yardas su andar por esta vida; para ustedes mi mayor reconocimiento, mis mejores deseos y bendiciones para este años que comienza. Los tengo en mi corazón, en mi pensamiento mas positivo, los llevo en mi historia y mis letras.
Gracias a Ofelia Morua "la impostora" como bien me tradujo mi sobrino Eduardo Jr. Gracias a ti Ofelia por ser la máscara con la cual me atrevo a escribir los sentimientos mas honestos que Argelia se atreve a callar.
A todos mis lectores les deseo una bonita noche, a lado de su familia, compartiendo estas ultimas horas tan simbólicas en el calendario, a mis compañeros de trabajo, personas importantes para mi en este presente, deseo que no nos falte el trabajo que es la solución de todos los males.
A mis amigos que en la distancia se hacen presentes un fuerte abrazo de todo corazón. Y espero como dice mi escritor favorito...
"Que la vida, no tu ni yo la vida sea para siempre" J. Sabines
