Una breve reseña de todo lo acontecido, desde que murió el refrigerador, no hacemos más que comer y comer en la calle. Hoy llego el momento en que pensé "nadie sabe lo que tiene hasta que lo ve perdido", así sea solo un refri usado, sin agarradera, con un foco que a veces prendía y otras no... cuanto se te extraña, prácticamente tres veces al día. Después de la perdida del refri siguió otra lista de perdidas pero esas si irreparables.
Como por ejemplo: mis 27 que nunca volverán, no era tan malo decir tengo 27, pues no eran ni 28, ni 29, mucho menos 30, este último suena muy paletos... treinta... ups. Se festejan los años que se cumplen pero nos los años que se van, y es momento de darle su reconocimiento, porque se puede decir que a los 27, comencé un proceso que se llama madurez, me vi frente al espejo y supe que en ese instante estaba abandonando una parte de mi, o por Dios... deje la comodidad de mi familia, casa, ciudad, por las preocupaciones que generan el empleo, la renta, los servicios, la comida, la ropa, y las salidas para recrearse porque no todo es trabajo... qué tengo a mi favor que antes no tenía? Que cada paso y movimiento en falso que haga, tiene una consecuencia más paletosa que antes, entonces debo estar muy alerta siempre, y aun así me pasa cada cosa, que bueno... ahí poco a poco sorteando la vida voy. En resumen todo depende de mi.
Perdí la ilusión que genera compartir este espacio y tiempo con otro ser. Esto deja un enorme vació en mi y solo espero recuperarme, no me importa si me tardo mucho, no llevo prisa, hace mucho tiempo que el tiempo dejo de molestarme...
Perdí la tolerancia y la paciencia. Por otro lado gane la determinación. Espero que haya servido de algo y la pueda aplicar con las personas indicadas sino que mala onda de mi parte.
Si alguien lee esto dirá que estoy muy madreada, yo creo todo lo contrario creo que si es patético hacer la reseña de cosas poco agradables, pero debo seguir de pie no tengo forma de hacerme para algún lado, me sostienen dos hilos imaginarios a los cuales aun no se como llamarlos, pero se que son dos, con ellos me levanto después de que suena la alarma. Camino hacia mi trabajo y veo a toda esa gente, casi actúo como un zombi pero estos últimos días me he sentido más consciente de mi. Hoy de regreso de un evento de fotografía, venia en el camión hacia el depa y vi como dos indigentes estaban acostados en plena calle rodeados de basura, me pregunte si su vida era desagradable, por las circunstancias podríamos asumir que sufren, pero si no? qué se sentirá esta llenos de mugre? en fin... olviden esto último divagué terriblemente... me voy a dormir... pronto subiré un video acerca de como soy cuando prostituyo a la fotografía entre togas y birretes, será divertido verme desde otro ángulo...
1 comentario:
es como escucharte hablar
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