Todo cambia...

En la maravillosa voz de Mercedes Sosa.

"Así como todo cambia, que yo cambie no es extraño"

Ya falta poco para que este viaje termine, no fue tan simple como yo pensaba en un principio, pero de haber sabido a tiempo la complejidad de esta experiencia, lo más probable es que no lo hubiera creído y me hubiera aferrado a realizarlo.

A veces me fugo con tres cervezas y varios cigarrillos, me dejo llevar por la oscuridad de la noche y las verdades de una voz ausente de esta realidad, así me gustaría permanecer siempre; una lágrima se desliza por mi cara, trato de buscar razón que justifique este instante y muy dentro de mi siento algo que no se describir.

Depresión?

No, no es depresión. Yo la llamaría consciencia.

Hay un libro de superación personal que se titula "nada es para siempre", yo le agregaría una redundancia "...ni lo bueno ni lo malo", para que quede más claro "nada". A veces nos creemos merecedores de TODO y en gran parte estamos en lo correcto, lo UNICO que no es valido es creer que también tenemos el derecho de HUMILLAR, todas las personas nos merecemos respeto, actuar con respeto nos hace seres maravillosos y amorosos. Le comentaba a mi psicóloga en la ultima sesión, que antes era muy aprensiva con los comentarios de propios y extraños, pero ahora es distinto, tarde mucho para comprender que debo tomar las palabras de quien vienen, esto no significa que tenga que quedarme callada cuando algo no me parece, me gusta poner las palabras en el lugar donde deben estar, en el momento indicado. Sé distinguir los comentarios mal intencionados egoístas y con matices de envidia; que lamentable darme cuenta que las personas abusan de los demás por su nobleza, que lamentable es creer que te lo mereces todo y por eso tienes el derecho de sobajar. Ojalá que siempre nos encontremos en la cima y no necesitemos de los demás, pero lamentablemente la vida es como la rueda de la fortuna y si en este momento sentimos que tenemos el control de todo, es tiempo de mirar hacia atrás y reflexionar en lo que teníamos y ya no volveremos a tener.

De la misma manera los que hemos permanecido abajo tarde o temprano nos llega nuestra recompensa y esto no significa que para ganar tengamos que sufrir, solo que nuestras decisiones nos llevaron por caminos diferentes.

Así como "no hay mal que dure 100 años ni cuerpo que lo resista", me complace decirte lo siguiente:

Gracias...

por esa forma extraña de amarme que me desmorono como si fuera de arena, porque gracias a eso pude ampliar mis horizontes y esparcirme libremente por el aire que me pertenece...

por no pagarme el sueldo que me merecía, porque de lo contrario nunca me hubiera dado cuenta que valgo más y me merezco más de lo que tu empresa puede ofrecerme...

por todas las cosas que me dejaste usar y que tan amablemente me ofreciste, te recuerdo que eso no te daba derecho a pasar por alto mi opinión...

por ofrecerme tu casa y tu protección, no debiste tratarme como tu hija porque a diferencia de ellos, soy un adulto que toma decisiones de acuerdo a su edad y responde por ellas.

Gracias

a Karen porque fue mi mejor compañera de departamento y la única que vivió la mayor parte de mis mudanzas, ahora se que Dios le esta regresando todo lo buena que ha sido, no olvidaré jamás nuestras conversaciones en el patio antes de irnos a dormir, fumándonos un cigarrillo, gracias por ser mi amiga hasta el final.

a Mónica por esas noches en el bar donde juntas tratamos de desmenuzar los problemas, agregando sabores diversos, gracias a ti fui a terapia y comprendí que la introspección es un viaje que se hace sola, nadie nos puede acompañar, gracias por darle sabor a mis sagrados alimentos...(risa) y adiós a la maldita primavera!

a Isaí por ser el unico compañero caballeroso que me respeta y me admira por todo lo que he vivido aquí, el una vez me dijo: independizarse es como ir a la guerra, necesitas llevar armamento y provisiones... madurar cuesta. Ahora sabe que ya lo supere y lo veo contento porque me ve sonreír...

a mi Tía Tere a la cual le tengo respeto y admiración, gracias por esas palabras que me dijo antes de partir: "que lastima que lo bueno dure tan poco" siempre será mi tía consentida y donde me encuentre tiene su casa...

a Iván por su talento, su tiempo, su espacio, por su apoyo para mi exposición, por el libro, la pintura, pero sobre todo por tu amistad...

a todos los que me están conociendo en esta etapa nueva de mi vida...

a los que me esperan con todo el amor incondicional que nunca encontraré en ninguna parte del mundo...

Hoy es un gran día y a veces lloro de felicidad!