...porque un solo lugar no es suficiente, necesite de re inventarme la vida y termine en las orillas, al filo del abismo no hay otra opción solo volver a comenzar...

23 de septiembre de 2010

Hay fechas que no se olvidan...

Hay fechas que no se olvidan, por ejemplo el 2 de octubre, la matanza en Tlatelolco en esa misma fecha el cumpleaños de un amigo que deseo suponer se encuentra bien disfrutando de la humedad del sur de México con aroma de café; dice Saramago que siempre volvemos a donde nos esperan, así que el y yo compartimos eso aun en la distancia.

Y así sucesivamente el año se llena de momentos especiales que recordamos cuando estos dejan marcas en nuestra memoria.

Hoy en una mañana lluviosa, con su frescura invade mi casa de hermosos recuerdos, me bebo el café puntual de siempre y remonto mi mente a hace un año, donde el color que reinaba en mi vida era gris  de vez en cuando con destellos azul violeta. 

Pienso... como pasa el tiempo, tan rápido y lento, de qué depende esto? no lo sé, es como uno de esos nichos de la vida que no comprenderé, cuando ésta era lo contrario de lo que es hoy, el tiempo transcurría muy lento, creía que todo se me iba en una tarjeta de asistencia laboral, entre fotos y cámaras, entre compañeros y graduados; cuanto tiempo ha pasado desde aquella renuncia redactada con toda la formalidad que aprendí en mi casa y las escuelas que ha bien mi madre me pago para que no fuera una más del montón. Eso me enseño mamá a no ser del montón y en cualquier lugar donde estuve inconscientemente me afane por demostrarlo, hasta que comprendí que esas cosas no se tiene que demostrar a nadie, ahora me basta con que eso me quede claro a mi.

Todos piensan que un año comienza un primero de enero, yo creo que mi año desde ahora en adelante empezara un primero de octubre y mi ultimo día es el treinta de septiembre; siento que estoy despidiendo el año en estos últimos días, y recibo uno nuevo con más sorpresas. El tiempo se va rápido cuando se encapricha, cuando más feliz soy los días se pasan como el agua de lluvia, como la cerveza en mi garganta, como el humo de un cigarro, lo único que nos queda es no perder la memoria, pero ahora ya ni eso es tangible, porque a cierta edad todo se olvida y como una terquedad algunos ya viejos se vuelven como niños y lo olvidan casi todo, quizá ellos fueron más felices en su infancia y haciendo uso del libre albedrío se remontan a ella y quieren ser atendidos como niños. 

A veces hay instantes que quisiera olvidar, pero me doy cuenta que si lo olvidara no tuviera tiempo para aprender y seguir aprendiendo, lo único cierto en esta vida es que nada estará escrito y solo podré aferrarme a decretar lo que me gustaría que fuera, hoy deseo ganar, sí, hoy deseo ser yo la que gane todo, creo que ya es tiempo de ganar... (esto ultimo me da mucha risa). Si ganar es obtener el reconocimiento, si ganar es que te aplaudan, si ganar es que te digan que lo hiciste bien, si ganar es pensar que fuiste la mejor; entonces no habré comprendido nada del verdadero significado de la palabra ganar, quién y con qué calidad moral  pueden determinar si eres o no un ganador? la respuesta es nadie. 

A veces nos ganamos cosas que no nos sirven, a veces el reconocimiento, la fama y los aplausos son cosas que no necesitamos, no funcionan, solo te envuelven en una nube que no te deja ver la realidad, todo el tiempo esto pasa, sobre todo cuando entregas lo mejor de ti y lo sometes a un escaparate y otros te lo aplauden, pero si fuera lo contrario, si siempre entregaras en cada cosa que haces lo mejor de ti, y nadie se percatara de lo bueno o buena que eres, qué es entonces lo que debemos aprender? 

Debemos aprender y recordar en cada momento que cuando hacemos las cosas con todo nuestro amor, con toda la sinceridad y humildad con la que nacemos y crecemos, el resultado es exactamente lo mismo. Si los demás no tienen la capacidad de verlo, ese no es nuestro problema, es el de los demás, que con menos capacidad de amar, de ser sinceros y de ser humildes no alcanzan a vislumbrar lo que tienen ante sus ojos.  

Por eso hoy el ganador tendrá otro rostro y otra voz, conocido o no para mi; en esencia se premiara el esfuerzo y la dedicación de quien ama lo que hace, de quien vive feliz haciendo parecer un instante el recuerdo más maravilloso de su vida. Y como alguna vez dije para que hacerme un autorretrato si puedo tener todos los rostros que deseo.

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