Suspendida en los maravillosos recuerdos nostálgicos de la niñez

Dicen que hablar de religión es de mal gusto, no sabemos en que momento alguien puede salir ofendido. Veo que Hebreos 11:1 motivó cuatro comentarios, por su forma de redactar me imagino quienes pueden ser, agradezco mucho que lo hayan hecho es la entrada que más comentarios ha tenido. (risa)

Ayer tuve la experiencia más amarga con respecto al tema de la religión, hoy que tengo la oportunidad de pasar por lo menos la mañana sola y tranquila; trato de reconfortarme, las cosas me pasan por el exceso de tolerancia y paciencia, agregando una porción de inseguridad, que da como resultado el no saber poner límites a tiempo. Que bueno que me sucedió, que bueno que no hubo expresión alguna en mi rostro, que bueno que fue ayer y no cuando ya hubiera sido demasiado tarde.

La homosexualidad es un tema que muchos se consideran capaces de recriminar, discriminar, estigmatizar; basándose en teorías religiosas, biológicas y socioculturales; más de una ocasión he escuchado decir "no es normal", "es antinatural", "Dios creo a Adán y a Eva no a Adán y Esteban; este último comentario me pareció realmente inofensivo al principio, pensé: tomare las palabras de quien vienen, "un líder religioso". Lo amargo surge cuando personas cercanas a mi, que he respetado y escuchado atentamente con todo el respeto y la educación, lo repitieran con una risa que no se como describir y no solo una vez sino varias veces como si se propusieran taladrarlo en mi cabeza para que jamás lo olvide.

Cuando te das cuenta que tus preferencias sexuales son distintas a las de tu entorno, pasan muchas cosas por tu mente y para cada ser humano es distinto. Primero sentí como si me desprendiera de algo muy pesado, antes de comunicarlo a otra persona lo asimilé, después la familia, los amigos (algunos) y desde ese momento a la fecha no es algo que ande pregonando ni que me cause orgullo y tampoco me avergüenza, a veces he debatido pero otras me he quedado callada, varias veces me he unido a las filas de una marcha y he participado en proyectos gays, practique el activismo de la lucha contra el sida hace ya varios años, aprendí que el activismo no solo es andar en manifestaciones, reuniones, conferencias; practicas activismo desde el momento que haces participe a los demás de una ideología y aunque los otros no la compartan puedes lograr que la respeten. Formo parte de una minoría que cada vez se hace más visible en una sociedad de doble moral, estamos tratando de ser honestos y quitarnos los estigmas que provocan tanta discriminación y la violación a nuestros derechos humanos, hace poco vi una película que en español se llama "La joya de la familia", siempre que tengo oportunidad la veo por una escena que me encanta; está cenando toda la familia, el hijo mayor lleva a su novia a la cena de navidad y pretende pedirla en matrimonio con el anillo de su mamá, el otro hijo se encuentra también en la mesa con su pareja (un hombre de raza negra), ellos comentan que quieren ser padres y la novia con sus prejuicios, arruina la velada, los papás se indignan y defienden a su hijo, si no la han visto se las recomiendo, muchos gays quizá desearían que sus padres les demostraran el amor de esta manera.

La foto en definitiva no tiene nada que ver con el tema, papá cuando éramos niñas nos enseño este truco, la Chimina quiso recordar lo que se siente estar suspendida en los maravillosos y nostálgicos recuerdos de la niñez, de niñas fuimos muy felices, tuvimos de todo; desde cortaduras hasta descalabradas, nos vistieron iguales en varias ocasiones, nos peleamos mil veces y otras tantas nos gritamos te odio con todo mi corazón!, ahora nos llevamos muy bien en el chat y cuando estamos juntas hasta cierto tiempo creo que no aguantamos, pero como bien dicen las relaciones más largas que puede tener el ser humano son con los hermanos, sobra decirte cuanto te quiero y lo importante que eres en mi vida...